martes, 4 de septiembre de 2018

ELEMENTOS COMPONENTES DE UN HORNO DE BARRO

LOS PALOS:
En nuestro caso serán Palos de Acacia de 1,30 mts. de largo. Irán enterrados 0,60 metros, en el suelo. Pero pueden ser caños de hierro, fibrocemento, cemento, tirantes de madera, etc.
Van enterrados, pero pueden ir sueltos, sobre mosaico, cemento, contrapiso, etc. En este caso deben llevar tensores cruzados para que no se bambolee el horno.
También puede realizarse con paredes de mampostería, como se aprecia más abajo, en el caso del horno pizzero.

LA BASE:
Puede ser de chapa, concreto, hormigón, madera, etc. En todos los casos, lo importante es la aislación para que no se pierda el calor y para que no trabaje esa base (dilatación-contracción). ¿Cómo haremos nosotros esta aislación?
En primer lugar, tomamos una base de ladrillos comunes asentados en barro. Luego, levantamos, siempre asentado en barro, un perímetro de un ladrillo en todo el cuadrado, formando una "piletita" de unos 5 cm. de profundidad que luego llenaremos con sal gruesa (algunos la mezclan con un 50% vidrio molido).
A continuación, formamos sobre la sal gruesa otra capa de ladrillos: pueden ser comunes o tejuelas refractarias asentadas en barro. Ésta última será la base del horno donde apoyaremos las pizzas, empanadas, pan, etc.
EL BARRO:
El barro para la utilización debe ser confeccionado de la siguiente manera:
Con tierra negra; incorporar pasto seco, bosta de herbívoro (ej.: caballo o vaca); dejarlo fermentar, en lo posible, no menos de una semana.

Todo este procedimiento redunda en el funcionamiento del horno. Tomar bolsas tipo consorcio y guardar allí el barro antes de usarlo.

La cantidad de arcilla que tiene la tierra que utilizaremos, es de acuerdo al tipo de suelo y determina la calidad del adobe, para un suelo arcilloso conviene agregar una cantidad de arena para evitar que se contraiga demasiado al secarse y se formen fisuras. Pero si el suelo ya tuviera una cantidad de arena en su composición no habremos de agregarle nada, y si faltara arcilla (que es el elemento que adhiere) habrá que buscar un lugar bajo a la vera de un río, o una obra en construcción o el costado del camino donde las maquinas ya hicieron el trabajo de  excavación, y sacar un poco para nuestro adobe.

La tierra como elemento constructivo tiene el defecto que al secarse se contrae, produciendo grietas continuas y profundas, lo que hacemos para evitar esto es mezclar la tierra húmeda (barro) con un elemento que le da estructura: 
  • Con arena en una proporción adecuada al tipo de tierra que se dispone se denomina "Lorena" (lodo más arena) y se usa apisonándola en encofrados y luego cavando túneles para confeccionar cocinas a leña de alto rendimiento.
  • Con paja, en su proporción adecuada, actúa repartiendo las tensiones del secado produciendo muchas pequeñas fisuras que no afectan al conjunto.
  • Y una tercera de barro + paja + arena. Se suele utilizar combinando una parte de arena con una de barro, esta práctica resulta buena con la mayoría de las tierras de los alrededores de Buenos Aires.
 LA BÓVEDA:
El principio de la bóveda es el que desvía el peso vertical en empujes laterales oblicuos, los cuales se transmiten de cada hilada a las subsiguientes formando un sistema de equilibrio estable. El no entender el funcionamiento de este principio hará fabricar un horno alargado en forma de huevo, dado que estos constructores temen que se caiga el horno en construcción.

Estos hornos "huevos" son muy comunes en las zonas rurales de San Juan y Mendoza, no obstante, la estética de los mismos es agradable.

Para que la bóveda sea "perfecta" (luna semi-esfera), lo único que debemos hacer es fijar en el centro de la base un clavo que sostiene un hilo marcando el radio externo. Para indicar el radio exacto es práctico hacer un nudo grueso y dejar un poco de hilo para sostenerlo en cada hilada con la mano. 
  
Preparado todo esto, agrupar aproximadamente 150 medios-ladrillos. Ya preparado el barro comenzamos a pegar la primera hilada, e ir marcando con el nudito la posición de cada ladrillo. No olvidarse de: DEJAR UN ESPACIO VACIO EN LO QUE VA A SER LA BOCA.

Ya podemos ir probando las bandejas que vamos a usar, también ir imaginándolas llenitas de empanadas doraditas y jugosas. El vaso de vino no lo imagine todavía que queda aún bastante por hacer.

Para tener en cuenta: No mojar los ladrillos en exceso. No es necesario cargar con mucho barro para pegar los ladrillos.
Sólo el barro es para asentar; ya en la segunda hilada debemos darle una pequeña inclinación hacia el centro (unos 30º).
Cada uno de todos los ladrillos debemos medirlo con el nudo del radio.
Podemos hacer la bóveda en dos días para dejar secar las hiladas inferiores.
El barro debe estar bien plástico, ni chirle ni duro.

LA BOCA:
La boca es una dificultad importante, que pondrá a prueba la habilidad del constructor.

Una alternativa es realizar un arco con ladrillos enteros siempre con el principio de bóveda (ver más abajo, en el caso del horno pizzero). Se facilita la construcción si se coloca una puerta de fundición, ya que el marco es lo suficientemente ancho para apoyar los ladrillos sobre el mismo.

La boca es conveniente que sea redonda o al menos en la parte superior, para evitar la pérdida de calor.

LA CHIMENEA:
La chimenea debe ir en el lado opuesto de la boca, es decir, en la parte de atrás del horno.
La chimenea debe ir al 75 % de la altura total y de unos 10 cm. de diámetro aproximadamente.

EL REVOQUE:
El mismo barro para asentar los ladrillos es el que usaremos para revocar.
Es importante dejar dos o tres días el horno sin revoque para que se seque un poco la construcción; luego es bueno ir aplicando capas muy finas, y varias hasta lograr un buen espesor (2,5 cm).

Una vez "seco" habrá que protegerlo de la lluvia para alargar su vida útil.
Si se quiere (una vez terminado), también se puede aplicar una última mano de revoque con tierra refractaria mezclada con cemento (10% en volumen), la que alisaremos con unas pasadas de esponja húmeda, para que quede bien prolijo.

Esto lo hará más durable si no se cuenta con los medios para protegerlo de la lluvia. Claro que, en ese caso, debemos realizarle un mantenimiento de vez en cuando.

EL FUEGO:
Una vez seco llegará el momento de prenderlo. La leña debe ser ligera, nada de troncos gruesos. Los cajones de manzana son buenísimos. También se puede prender con ramas secas que quedan después de las podas, funciona muy bien.

Primero colocar papel de diario esponjado; luego llenarlo de madera ligera, ordenar bien la leña, para que se llene bien; dejar abierta la chimenea y boca para permitir el ingreso de aire.

A continuación, prender el fuego y dejar que se consuma, tiene que verse una linda hoguera. El interior del horno se pondrá negro y si el fuego fue suficiente, el "techo" tiene que ponerse blanco; esto indica que ya está.

Antes de poner algún alimento, tire un papel seco y arrugado; si se prende de inmediato está muy caliente, espere. La temperatura ideal es cuando el papel tiende a prenderse. También para saber si la temperatura es la adecuada, se puede probar con un puñado de harina: si queda blanca esta frío, si se dora esta perfecto y si se quema está demasiado caliente. (Si esta pasado de temperatura, se puede barrer el horno con una escoba mojada).

Una vez que tenemos la temperatura ideal, limpiar de cenizas (barrer el piso del horno con una rama con hojas verdes).

Es hora de tapar la chimenea. Si no tiene caño de tiraje, se pone un medio ladrillo sellándolo con barro. Si tiene caño de tiraje, se debe taponar el mismo para evitar pérdidas de calor.

Colocar el alimento a cocinar. Cerrar la puerta (en caso de no tener puerta de fundición, puede ser una chapa sostenida con un palo).

Si fuera necesario, para sellar las posibles pérdidas de calor por la puerta y la chimenea, se puede colocar una arpillera enroscada y mojada.


Autora: Marcos Ines

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http://bricolaje.facilisimo.com/horno-de-barro-al-estilo-argentino_657355.html Autora:  Quilodran Jesica