La cocción en
hornos de barro es milenaria y está inspirada en la técnica ancestral de asar
los alimentos bajo tierra, utilizando barro, piedras y plantas para conservar
el calor. Debido a lo sencillo que resulta conseguir la materia prima -el barro-
y gracias a sus increíbles propiedades para conservar el calor, hoy en día se
siguen fabricando estos hornos que son una excelente alternativa para cocinar
riquísimo y a muy bajo costo
Basándome en
el placer que significa hornear pan, facturas, carnes, empanadas, etc., es que
brindo mi experiencia, para que aquellos que compartan esta pequeña aventura no
se sientan tan solos.
El origen de
la cocina está en las hogueras, más tarde los romanos comenzaron a cocer pan en
hornos de barro, de ahí que el horno sea el antecesor de las cocinas.
El aparato
cerrado, calentado por combustible sólido, fue usado por primera vez por los
colonos de América en el siglo XVII.
En 1798 un
americano construyó la primera cocina con hornos de chapa metálica encastrados
en una estructura de barro.
Por
consiguiente, este pequeño equipo construido con barro, nos acerca a los
primitivos sabores y aromas ya casi olvidados.
El horno de
barro logra una cocción completamente natural y sabrosa; con la utilización de
este método, usted va a adquirir la experiencia en el arte de cocinar a leña,
dándole a sus comidas ese incomparable sabor especial de la cocina campestre.
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